Masacre de Cochicarankí (Yawarkocha)


¿Fue la legendaria Batalla de Yawarkocha un evento real? Y es que a lo largo de los últimos cinco siglos mucho se ha debatido, tanto a favor como en contra, sobre este supuesto encuentro bélico entre los ejércitos de la resistencia caranki y de los invasores quechuas del Inca. Por suerte, el paso del tiempo permite desarrollar nuevas tecnologías y cotejar aportes antes desconocidos que pueden arrojar luces sobre esta clase de temas hasta cierto punto controversiales, justamente de los que nos valeremos para desenredar este nudo histórico de la época precolombina.

Empecemos hablando de la laguna en sí misma, a la que hoy conocemos como Yawarkocha o Lago de Sangre de acuerdo a su significado en kichwa (yawar=sangre / kocha=lago), pero a la que los habitantes originales de estas tierras llamaban Cochicaranki o Agua de la Tierra de los Caras, en su ya desaparecida lengua homónima (cochi=agua / caran=relativo a los caras / ki=tierra o región). Esta se ubica apenas cinco kilómetros al noreste del área urbana de la actual ciudad de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, cerca de donde se encontraba el importante centro urbano de Caranki.

La laguna constituye un vestigio de épocas postglaciares con al menos 12.000 años de antigüedad, que en la actualidad tiene una superficie de 257 hectáreas y una profundidad máxima de 8 metros. De acuerdo a los estudios del año 2006 realizados por Darwinvest, en ella se han acumulado un promedio de 1,5 milímetros de sedimentos anuales durante los últimos 4.000 años.

Sobre la batalla, las crónicas como las de Cieza de León, Murúa o Garcilazo de la Vega señalan que habría sucedido hacia finales del siglo XV o inicios del XVI, época que coincide con la invasión y conquista de las tropas quechuas de los incas Tupac-Yupanqui y Huayna-Cápac sobre los Andes septenrionales. Un avance que se habría detenido durante aproximadamente una década al sur de los ríos Guayllabamba y Pisque, frontera con la confederación formada por carankis, kayampis, otavalos, yarukíes, natabuelas, pastos, entre otros, que conformaban el protoestado conocido por la hstoriografía moderna como Nación Caranki.

Las tropas de la resistencia norteña estaban lideradas por los caciques Pintac de Caranki, Nazacota Puento de Kayampi, y la Quilaco de Cochiskí, quienes mandaron a levantar una serie de fortalezas como Pambamarca, Quitoloma, Hatuntakí, Aloburo y Yuracruz, mismas que actualmente son mal llamadas pukaráes, pues esa palabra describe una construcción incaica y no local.

Luego de varios intentos fallidos a lo largo de diez años, las tropas de Huayna-Cápac finalmente lograron romper las defensas carankis y penetrar en su territorio, siendo las fortalezas junto a la laguna el último bastión de resistencia. Cuando finalmente se alzó con la victoria el Inca ordenó la muerte de los soldados que tantos problemas le habían causado y, según las crónicas, los mandó a degollar a orillas de Cochicaranki, que se tiñó de sangre y por eso los invasores le dieron el nombre de Yawarkocha en su propia lengua.

Según la crónica de Herrera y Tordesillas en 1615, en este sangriento capítulo se habrían arrancado los corazones de 50.000 hombres, cifra que Cieza de León ubica en 20.000 de acuerdo a los testimonios que él mismo recogió en la región en la década de 1550, por lo que aunque aún haya podido ser inflada en el recuerdo popular de los carankis, la mayor parte de historiadores modernos la consideran la cifra más fiel a la realidad.

Pero varios siglos después algunos expertos comenzaron a dudar sobre la veracidad de la batalla, a veces basados en conjeturas personales, y otras en la contrastación de las pocas fuentes o recursos con que disponían en sus propias épocas. En esa línea podemos señalar por ejemplo la hipótesis propuesta por algunos historiadores del siglo XX, que buscaba explicar la presencia de restos humanos encontrados en las orillas de la laguna como sacrificios religiosos, pero que la evidencia arqueológica recogida en 2006 por Darwinvest en el fondo de la laguna descarta al no mostrar ningún otro indicio de que la misma haya sido usada para tales fines, como orfebrería o cerámica de características rituales.

Sobre el punto anterior, y tal como anota Tobar Subía en su Monografía de Ibarra: "Es de advertir que la laguna ha disminuido considerablemente por la evaporación, y en estos últimos años los propietarios ribereños han acrecido sus tierras en cosa de cuatrocientos metros medidos en la línea de diámetro, espacio en el cual el arado extrae a menudo restos humanos en abundancia, lo cual viene a confirmar la leyenda".

Así mismo, el informe del arqueólogo José Echeverría Almeida en 2008 recoge el testimonio de Jaime Cirilo Vallejo Revelo, quien como parte del equipo que realizaba los trabajos de construcción del camino entre el antiguo muelle y el pueblo de Yahuarcocha en el año 1948, declara que se encontraron con una capa de tierra de unos dos metros de ancho que contenía una cantidad considerable de osamentas humanas, con los esqueletos desarticulados y muchos cráneos, y al final decidieron cubrirla nuevamente.

Entonces, además de la crónica temprana recogida por los hispanos de boca misma de los wambrakonas, es decir los hijos de los masacrados en Cochicaranki, hoy podemos sumar testimonios de hallazgos realizados en la zona por arqueólogos, pobladores, agricultores y trabajadores externos, así como varios estudios realizados con tecnología de punta que prueban de manera concluyente que la epopeya vivida por la resistencia caranki al invasor inca efectivamente sucedió.


Fuentes

Primarias

  • Betanzos, Juan de (1558). "Suma y narración de los Incas".
  • Cieza de León, Pedro de (1553). "Crónica del Perú", parte Primera.
  • Herrera y Tordesillas, Antonio de (1615). "Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano que llaman Indias Occidentales".
  • Murúa, Martin de (1613). "Historia General del Perú".
  • Puento, Jerónimo (1579). "Probanza de don Jerónimo Puento, cacique principal del pueblo Cayambe".

Bibliográficas

  • Echeverría Almeida, José; Jaramillo Sevilla, Xavier (2008). "Laguna de Yahuarcocha, patrimonio natural y cultural de la Sierra norte del Ecuador". Ibarra: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, núcleo Imbabura.
  • Espinosa Soriano, Waldemar (1988). "Los cayambes y carangues, siglos XV-XVI. El testimonio de la etnohistoria", tomo I. Otavalo: Instituto Otavaleño de Antropología.
  • Oberem, Udo (1981). "Los caranquis de la Sierra norte de Ecuador y su incorporación al Tahuantinsuyo", colección Pendoneros, N°20. Otavalo: Instituto Otavaleño de Antropología.
  • Rivadeneira Játiva, Luis (2023). "La fortaleza de Hatuntaqui de la Nación Caranqui". Atuntaqui: folleto electrónico.
  • Tobar Subía, Cristóbal (1985). "Monografía de Ibarra". Ibarra: Centro de Ediciones Culturales de Imbabura.

Entradas más populares de este blog

Nazismo en Ecuador

Upano: las ciudades perdidas de la Amazonía

Fioravanti, una de las gaseosas más antiguas del mundo