Tacámez o Catámez: de puerto prehispánico a balneario de moda

Mapa de Tacamez, según investigación de José Alcina Franch y Mercedes Guinea Bueno (1995).

La cultura Tacámez o Catámez, nombres recogido por varios cronistas tempranos de la época de conquista hispana, se desarrolló en varias fases históricas alrededor de la costa septentrional de la actual provincia de Esmeraldas, entre los años 700 y 1526 de nuestra era. La misma habría evolucionado de las culturas Tachina en el periodo Formativo tardío, Tiaone en el de Desarrollo Regional, y se habría fusionado con Balao en el de Integración temprano.

Su asentamiento urbano principal a la llegada de los españoles en 1526 habría estado junto a la desembocadura del río Atacames en la ensenada homónima, y constituía un poblado con una gran concentración de tolas que habría albergado entre 5.000 y 7.000 habitantes, pero que si se sumaban varios otros caseríos de su región de influencia, la población tacame habría ascendido alrededor de 20.000 individuos o más.

De acuerdo a la Relación Sámano-Xerez, que describió el primer encuentro de los hispanos con los habitantes de la Costa meridional de Sudamérica en 1526, y que constituye la primera referencia de la ciudad, la expedición de Bartolomé Ruiz para Pizarro se habría encontrado con este pueblo al que describe como grande y de nombre Tacamez. Así mismo calcula unas mil quinientas viviendas y un conjunto de poblados aledaños que aumentaban considerablemente la población, lo que es corroborado por las cróncas de Fernández de Oviedo y los restos arqueológicos encontrados en el siglo XX.

Al respecto de este último punto, en la década de 1970 los arqueólogos españoles José Alcina y Mercedes Guinea estudiaron varios yacimientos arqueológicos que sumaban en conjunto un aproximado de 127 hectáreas, mismas que lamentablemente han ido desapareciendo con la agricultura, camaroneras, la urbanización, así como el descuido de las autoridades locales y nacionales. 

Sámano describe el primer encuentro en tierra de Tacamez de la siguiente forma: "Cuando los capitanes llegaron al pueblo, hallaron toda la gente del recogida y hecha fuerte en una parte, puesto en recaudo sus mujeres e hijos, porque parece que tres días que tenían noticia dellos. Y aposentáronse en otro pedazo del pueblo y enviáronles ciertos mensajeros con los indios mansos que llevaban para que viniesen allí a hacer la paz; e dijeron que otro día vendrían a cierta hora; e no vinieron e tornáronles a enviar otra vez los mensajeros y nunca volvieron ni los mensajeros ni ellos. E viendo los capitanes la mucha multitud de indios que había, porque era pueblo de mil e quinientas casas, y estaban otros pueblos juntos, de que se recogían más gente, y ellos no eran de ochenta hombres arriba". Mientras que Xerez complementa: "estas poblaciones que eran grandes y de mucha gente y belicosa, que en estos pueblos de Tacamez, llegando noventa españoles a una legua del pueblo los salieron a recibir más de diez mil indios de guerra".

Lingüisticamente se ha concluido que los tacame hablaban una variante dialectal de la macro-familia chibcha, compartiendo similitudes con las lenguas manteña, barbacoana y caraque. Su economía estaba dirigida hacia la pesca, los mariscos, el cultivo de maíz, la producción textil y se han encontrado también piezas de metalurgia y cerámica avanzadas, siendo estas últimas de modelos manteños y wancavilkas pero hechas por ceramistas locales, lo que evidencia el intercambio cultural.

Su organización política correspondía a la de los señoríos étnicos del periódo de Integración, en la que existía un líder principal en la región, pero que en este caso estaba vinculado con la llamada Liga de Mercaderes, encabezada por los paches (manteños), en la que se encontraban también caraques, wancavilkas, punáes y tumbes. Dicha denominación, creada por el arqueólogo Jacinto Jijón y Caamaño, y aceptada por la historiografía moderna, corresponde con una red de tráfico comercial del mullu o spondyllus, una concha rojiza de enorme valor económico y ceremonial, que se comerciaba hasta Mesoamérica por el norte y Chile por el sur.

¿Pero qué pasó con la población aborígen original?, según la crónica de Fernández de Oviedo, en el verano de 1527 hubo un gran enfrentamiento entre los ejércitos hispano y tacame, siendo estos últimos descritos como belicosos por naturaleza, hecho que desembocó en un despoblamiento de la zona costera hacia el interior de la selva esmeraldeña, por lo que al poco tiempo Pizarro encontró la ciudad despoblada. El cronista Cabello de Balboa escribe que alrededor de 1560 sus descendeintes habían sido sometidos al liderazgo de un grupo de caciques negros que arribó por accidente a sus costas, y desde entonces la historia de ambos pueblos se vinculó, siendo ambos los habitantes actuales del sur de la provincia de Esmeraldas.


Fuentes

Primarias

    • Sámano, Juan de; López de Xerez, Francisco (1527). "Relación de Sámano - Xerez".
    • López de Xerez, Francisco (1534). "Verdadera relación de la Conquista del Perú".
    • Fernández de Oviedo, Gonzalo (1550). "Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra-Firme del Mar Océano, tercera parte". Edición de la Real Academia de Historia (1851-1855), Madrid.
    • Cabello de Balboa, Miguel (1586). "Miscelánea Antártica".

    Bibliográficas.

    • Alcina Franch, José (1979). "La arqueología de Esmeraldas (Ecuador), introducción general", Memorias de la Misión Arqueológica Española en el Ecuador, N° 1, Madrid: Ministerio de Asuntos Exteriores.
    • García-Gelabert Pérez, María Paz (2010). "El equipo lítico del asentamiento prehispánico de Atacames, Ecuador", en "Saitabi, revista de la facultat de Geografia i História", N° 60-61 (2010-2011), pp. 15-39. Valencia: Universitat de Valencia.
    • Guinea Bueno, Mercedes (1982). "Subsistencia, ecología y explotación territorial en el poblado de Atacames, Ecuador (800-1526 D.C.)", Revista Española de Antropología Americana, N° 12, pp. 131-155. Madrid.
    • Guinea Bueno, Mercedes (1984). "Patrones de asentamiento en la Arqueología de Esmeraldas (Ecuador)", Memorias de la Misión Arqueológica Española en el Ecuador, N° 8. Madrid: Ministerio de Asuntos Exteriores.
    • Jijón y Caamaño, Jacinto (1951). “Antropología Prehispánica del Ecuador”, segunda edición. Quito: La Prensa Católica.

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