La composición genética de los ecuatorianos

Proporción de la genética de la población ecuatoriana. Imagen tomada del artículo  "La composición genética de tres híbridos de la población ecuatoriana utilizando AIMs-InDels, comparada con datos de autosomas, ADN mitocondrial y cromosoma Y" (2019).

Más de una vez se ha sostenido en Ecuador, y basados exclusivamente en mitos racistas sin sustento científico, que la diferencia étnica entre las regiones del país es abismal y, por tanto, cierran esta clase de discursos con el absurdo de que ciertas ciudades o regiones son de alguna manera superiores a otras por una mayor presencia de raza blanca. Sin embargo, a la luz de estudios genéticos realizados desde hace aproximadamente una década, aquella falacia no puede sostenerse ante la realidad de un país mestizo, y con una diferencia mínima entre las dos regiones que más se disputan por aquella ridícula idea.

En este caso, y para desmitificar de una vez por todas ese error en el que incurren muchos, vamos a tomar los dos estudios científicos más recientes sobre la composición genética específica de los ecuatorianos, mismos que puedes encontrarlos en las revistas Ciencia Forense Internacional y Nature, cuyos enlaces te los dejo al final de este artículo.

Con una muestra importante de material genético recogido en distintas zonas del Ecuador, varios científicos genetistas y laboratoristas, algunos de ellos asociados a la Cruz Roja Ecuatoriana, lograron descifrar en 2019 la composición genética de los habitantes del país, su distribución y, sobre todo, romper el mito racista entre regiones.

La conclusión a la que se llehgó es que, a menos que desciendas de dos padres llegados de otro continente y sin mezclas previas, el ecuatoriano de todas partes del país es abrumadoramente mestizo en su mayoría, con tres componentes muy marcados en todos de nativo americano, europeo y africano. De hecho, la información genética predominante en todas las regiones del país es nativo americana, llegando al 59,6% a nivel nacional.

Refiriéndonos a este factor nativo americano, su presencia en la genética ecuatoriana alcanza el 51,7% en la Costa, 64,7% en la Sierra, y 66,7% en la Amazonía. Esto demuestra que más de la mitad de habitantes de todas las regiones son predominantemente indígenas, con apenas una mínima variante del 13% entre Costa y Sierra, que son precisamente las dos regiones que más conflicto racista sobre este tema han presentado en el último siglo. Mientras que en la Amazonía ese porcentaje más alto se explica por la tardía incorporación efectiva de este territorio y sus habitantes a la dinámica del mestizaje con europeos y africanos.

Pero, ¿cómo es posible que en la Costa tengan tan alto porcentaje de ascendencia indígena, si no existen comunidades de los mismos como en la Sierra? Eso lo explico más desmenuzadamente en mi video de la "Negación de lo Indígena en la Costa ecuatoriana", pero básicamente es porque se aculturizaron desde inicios de la época virreinal, perdiendo sus costumbres y adoptando las españolas para encajar mejor en la sociedad de la época, y hoy se asumen incluso como mestizos aunque en realidad no lo sean. Sin embargo, desde la misma Academia actualmente existen proyectos de recuperación indentitaria muy existosos en las provincias de Santa Elena y Manabí.

Estos estudios señalan también que el segundo componente con más presencia genética entre los ecuatorianos es el europeo que llegó a partir de la época virreinal, incluso en población predominantemente afro e indígena, aunque a nivel nacional se ubica apenas en el 28,8%. Este factor europeo alcanza el 32% en la Costa, 26,8% en la Sierra, y 25,7% en la Amazonía. Nuevamente, la mínima diferencia de apenas 6% destruye el mito racista entre costeños y serranos, y en este caso particular, incluso con los amazónicos.

Finalmente, el tercer componente predominante en la genética de los ecuatorianos es el africano, fruto de los esclavos llegados durante la época virreinal y los trabajadores jamaiquinos que construyeron el ferrocarril a finales del siglo XIX. Y es que si bien la opinión popular asume que este factor africano es exclusivo de los esmeraldeños, imbabureños del Valle del Chota y algunos guayasenses, la realidad arrojada por estos estudios es que todos tenemos en nuestros genes ascendencia africana aunque nuestros rasgos étnicos no lo demuestren a la vista. A nivel nacional esta alcanza el 11,6%, siendo la más alta en la Costa con 16,3%, 8,5% en la Sierra y 7,6% en la Amazonía.

Finalmente, hay que aclarar que en el caso de Galápagos no se ha podido aún establecer estos datos, pues en el estudio se tuvo apenas un individuo de dicha provincia, lo que dificulta el análisis comparativo adecuado de los mismos, pero no se descarta complementarlos a futuro.

Entonces, y a la luz de estos estudios científicos de la genética de los ecuatorianos, queda en evidencia que el discurso racista de falsa supremacía que se sostuvo durante el siglo pasado entre regiones no tiene ni pies ni cabeza, y que no puede ser sostenido de manera académica más allá de las meras opiniones personales de personajes nefastos que buscan la división de un país demostradamente homogéneo en sus orígenes. Y es que eso es lo maravilloso de los descubrimientos que las diferentes ramas de las ciencias se aportan entre sí, en este caso la genética a la historia, y que cada vez más nos permiten armar lejos de mitos el rompecabezas de nuestra identidad.


Fuentes


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