Antonio Salas Avilés (pintor)

Autoretrato de Antonio Salas (circa 1810)
Fuente: La Gente de Quito entre 1790 y
1950, tomo I. Fernando Jurado Noboa.

Antonio Salas Avilés (Quito, 1784 - ibídem, 6 de mayo de 1860) fue un pintor quiteño del siglo XIX, considerado el más importante retratista de finales de la época virreinal e inicios de la republicana, aunque su trabajo es mucho más amplio e incluye también temática religiosa y costumbrista.


Biografía

Aunque se desconoce la fecha exacta, se sabe que nació en el año de 1780, hijo del sastre Juan Salas y Josefa Avilés, avecindados en la parroquia de Santa Bárbara, quienes entendieron su inclinación nata por las artes y le procuraron formación en ese sentido. Desde muy joven acudió a los talleres de Bernardo Rodríguez y Manuel de Samaniego, dos de los más importantes representantes históricos de la afamada Escuela Quiteña, lo que explica que sus primeros trabajos estén dirigidos a la producción de temática religiosa.

Se casó en primeras nupcias con Josefa Cansino, quien le dio cinco hijos:
  • Domingo Salas Cansino, pintor.
  • Ramón Salas Cansino (n.1809), pintor. De él desciende la rama de pintores Salas Salguero.
  • Mercedes Salas Cansino (n.1811).
  • Manuel Salas Cansino (f.1884), pintor.
  • Josefa Salas Cansino. De ella desciende la rama de pintores Salguero Salas.

Tras enviudar volvió a contraer matrimonio con Mercedes Estrada de Sotomayor y Balseca, con quien tuvo dieciséis hijos, entre los que se encuentran:
  • Rafael Salas Estrada (n1821-f.1906), pintor. De él desciende la rama de pintores Salas Alzamora.
  • Brígida Salas Estrada (f.1899), pintora.
  • Carmen Salas Estrada.
  • María Gabina Salas Estrada.
  • Jerónimo Salas Estrada.
  • Diego Salas Estrada, médico y pintor.
Alrededor de 1822 tuvo un hijo con su empleada doméstica mulata, al que le pasaba una manutención de dos reales diarios.

El 19 de marzo de 1824, y en completo estado de ebriedad, volvió a su casa-taller de San Blas (actuales Montúfar y Olmedo) y apuñaló varias veces a Nicolás, hermano de su amante mulata, que falleció a las tres de la tarde de ese mismo día. Salas no recordaba nada y no se presentó al juicio, que al año siguiente le condenó a ocho años de prisión en el Fortín Punta de Piedra, pero gracias a la intervención de Juan José Flores (su mecenas por esa época), fue condenado a solo cinco años de destierro en Loja.

En Loja montó un taller y se dedicó a pintar varias iglesias y conventos, además de retratar a algunos personajes de la ciudad y dar clases de pintura a domicilio. Su trabajo más importante durante esta época es el retrato que le hizo a Simón Bolívar sin bigote, pues se lo había rasurado un año antes. En 1832 pidió indulto y le conmutaron el resto de la pena de destierro por tres años de enseñanza de dibujo en la Universidad Central.

Siempre fue un hombre conocido por su buena conducta, buen juicio y buenas prendas, a menudo se le reconocía su carácter festivo y chistoso, excepto, claro está, cuando se metió en el homicidio ya señalado. Falleció de vejez a los 76 años de edad, en la ciudad de Quito el 6 de mayo de 1860; sobre el deceso el periódico El Artesano escribiría: «la muerte del justo es sosegada y llena de consuelo; la del virtuoso es una dulce transición a un mundo imperecedero y la de los artistas como el señor Salas es un arrobamiento agradable en alas de bellas ilusiones».

Tuvo veinte hijos en total, 19 de sus dos matrimonios y uno ilegítimo, de los cuales diecisiete se dedicaron a la pintura y prolongaron la fama del apellido Salas como la más importante dinastía de artistas plásticos quiteños, llegando incluso hasta nuestros días.

Obra y estilo

Si bien al inicio la mayor parte de su producción pictórica se perfiló hacia el arte religioso, como era costumbre en la época, también se pueden encontrar algunos retratos para importantes familias del territorio, incluidos algunos próceres de la Revolución de 1809. Salas comenzó a destacar por no conformarse con reproducir obras europeas como era común, sino por arriesgarse a crear obras originales.

Entre 1804 y 1814 trabajó junto a otros pintores en la decoración del Santuario del Quinche, época en la que además era jefe del Gremio de Pintores de Quito.

Tras la anexión de Quito a la Gran Colombia, Salas se consagró gracias a una serie de veintidós retratos de los principales generales involucrados en la Guerra de Independencia comisionados por Juan José Flores en 1824, que fungía como jefe superior del Distrito del Sur y deseaba las obras para decorar la Quinta El Placer, su residencia de fin de semana.

En 1849 fue parte del Liceo de Pintura de la ciudad de Quito, mientras que en 1852 fundó junto a sus más destacados discípulos la Escuela Democrática Miguel de Santiago. El 6 de marzo del mismo año presidió el jurado de la Exposición Nacional de Pintura y Escultura, pues era el artista mejor pagado del país.

Su estilo era delicado y sencillo, con preferencia por obras al óleo y al temple, aunque también se pueden encontrar acuarelas, lápiz y técnicas mixtas. Tenía facilidad para el dibujo y trabajó miniaturas, grandes lienzos, frescos y sobre todo retratos que le dieron mucha fama también en el exterior.

Algunos trabajos

  • Santa Ana y la Virgen niña (finales del siglo XVIII), en el Convento de San Agustín de Quito.
  • Santa Rosa de Lima (finales del siglo XVIII), en la Colección Nahím Isaías de Guayaquil.
  • Virgen de Las Mercedes (finales del siglo XVIII), en la Colección Nahím Isaías de Guayaquil.
  • Retrato de Juan de Salinas y Zenitagoya con su hija Dolores (circa 1802), en la Colección Bonifaz Subercaseaux de Quito.
  • Retrato de María de la Vega y Nates con su hija Carmen (circa 1809), en la Colección Bonifaz Izquierdo de Quito.
  • Recamarín y Colgadura de la Virgen (circa 1810), en el Santuario del Quinche.
  • Autoretrato (circa 1810), en la Colección Filoteo Samaniego de Quito.
  • Virgen Dolorosa (1812), en la Colección Nahím Isaías de Guayaquil.
  • Manuela Sáenz y Ayzpuru (1814)
  • El Niño de la Pasión (1818)
  • Manuela Sáenz de Thorne (circa 1820)
  • Bolívar de Cuerpo entero (1822)
  • Capitulación de Quito (1822)
  • Cielo raso de la casa de Joaquín Gutiérrez (1824), desaparecido.
  • Veintidós retratos de generales de la Independencia (1824-1825), en la Colección Flores de la Universidad Católica de Quito.
  • Retrato del Libertador (1826), en el Museo de Bolívar de Caracas.
  • María Magdalena meditando (1826), en la Colección Nahím Isaías de Guayaquil.
  • La visión de San Felipe Neri (1827), en la Valery Taylos Gallery de Nueva York.
  • El Libertador en la Quinta Rumipamba (1829), paradero desconocido.
  • Indio Yumbo (1830), en una colección privada.
  • Retrato de Manuel Larrea y Jijón (1831), en la Hacienda Chillo-Jijón de Quito.
  • Retrato del padre José de Elorza (1832), en una colección privada.
  • Retrato de Vicente Rocafuerte (1835), en la Biblioteca Nacional de Quito.
  • Serie "Vida de la Virgen" (1838), en el Convento de San Agustín de Quito.
  • Retrato de Manuela Sáenz (1839), en una colección privada.
  • Retrato de William Jameson (1842), en una colección privada.
  • Retrato de Mariana de Jesús (1845), en una colección privada.
  • Retrato del arzobispo Garaycoa (1851), en la Sala Capitular de la Catedral de Quito.

Santa Ana y la Virgen niña (siglo XVIII)

Santa Rosa de Lima (siglo XVIII)

Virgen de Las Mercedes (siglo XVIII)

Virgen Dolorosa (1812)

Simón Bolívar (1822)

Capitulación de Quito (1822)

Gral. Antonio Mires (1824)

Gral. Isidoro Barriga (1824)

Gral. Vicente Aguirre (1824)

María Magdalena meditando (1826)


La Visión de San Felipe Neri (1827)

Indio Yumbo (1830).

Padre José de Elorza (1832)

Manuela Sáenz (1839)

William Jameson (1842)

Mariana de Jesús (1845)

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